Sigfredo Chiroque.

 Asociado de Foro Educativo. 

El 6 de julio de 1822 se creó la primera institución de formación magisterial en el Perú: la Escuela Normal de Preceptores. Como homenaje a este acontecimiento, el presidente Odría en 1953 declaró el 6 de julio, como el Día del Maestro.

Es interesante anotar que en 1822 existían tres universidades en el Perú: la UNMSM en Lima, San Antonio Abad en Cusco y San Cristóbal en Huamanga-Ayacucho. No se optó por tener una formación magisterial en universidades, sino en normales para formar preceptores o docentes de primera enseñanza (primaria). Permítanme analizar brevemente el tema de formación magisterial, a propósito del Día del Maestro 2025.

FORMACIÓN UNIVERSITARIA.

Solamente, desde la década del 20, la universidad peruana comienza a comprometerse de manera explícita en la formación magisterial. Señalemos el caso de tres instituciones de educación superior universitaria, pioneras en la formación inicial docente (FID). En la UNMSM se ofrecían cursos de pedagogía desde el 1925, mientras que por 1936 la Universidad Católica creó la Sección Superior de Pedagogía (Secundaria), que luego se unió a la Facultad de Letras en 1942; en 1947, esta sección se independizó y se fundó la Facultad de Educación en la PUCP. También, en 1947, la UNMSM crea su facultad de educación. En 1955, la Escuela Guzmán y Valle adquiere el rango universitario (UNE, La Cantuta).

Hasta la década de 1950, solamente la mitad de los docentes tenía título pedagógico; y quienes lo tenían mayormente habían estudiado en las normales o institutos de educación superior pedagógica. Para el 1981, en investigación que realicé en esa época, un 61% de los docentes en servicio con título pedagógico había estudiado en Pedagógicos y un 30% en la Universidad. Según el estudio oficial, ENDO-MINEDU, para el 2018, el 33.5% de docentes en servicio titulados estudió en la Universidad y el 59.9% en Institutos o Escuelas de Educación Superior Pedagógica.

Podemos señalar que, de 1970 al 2020 la tendencia se ha mantenido casi igual: una tercera parte de los maestros titulados, hizo sus estudios profesionales en la universidad; mientras las 2/3 partes lo hizo en Normales o Pedagógicos. Pero, todo hace ver que la tendencia se modificará en los próximos años, pues los estudiantes de formación magisterial vienen creciendo mayormente en los Pedagógicos: Institutos de Educación Superior Pedagógica (IESP) y Escuelas de Educación Superior Pedagógica (EESP).

SUBE Y BAJA

En las universidades, el número de estudiantes para ser profesionales de la educación fue creciendo desde el segundo quinquenio de la década de 1940. Para el año 2000, representaban el 9.02% del total de estudiantes universitarios y para el año 2013, ya eran el 19.3%; sin embargo, a partir de esta fecha, comenzó a descender el porcentaje de estudiantes universitarios en las facultades de educación, respecto al total de la matrícula universitaria. De manera sostenida, ha ido mermando este porcentaje, hasta llegar a representar, en el año 2023, solamente el 11.6% del total de los estudiantes universitarios. Ver Cuadro N°1.

Cuadro N°1

¿Está disminuyendo el número de jóvenes que optan por la carrera magisterial? Sería importante hacer una investigación sobre esta cuestión, aunque digan lo contrario las cifras de los matriculados en los Institutos y Escuelas de Educación Superior Pedagógica. En estas instituciones de formación magisterial, el número de estudiantes se ha triplicado, entre el 2013 y el 2023 (ver Cuadro N°1). Mientras la formación inicial docente (FID) decrece en las universidades, por el contrario, crece en los denominados Pedagógicos.
Algunas pistas explicativas de esta situación podrían ser las siguientes:
  • Está creciendo el porcentaje de jóvenes que optan por carreras profesionales más rentable y de mayor demanda laboral, que la profesión magisterial. Los jóvenes asumen que estas carreras deben ser más técnicas y relacionadas a la ingeniería civil, informática, minas, mecatrónica, telecomunicaciones y medio ambiente, entre otras. Esto se visibiliza en el cuadro que estamos presentando.
  • Está creciendo el número de egresados de Educación Secundaria. Estos estudiantes y sus familias ven a la educación superior como el próximo peldaño a seguir y priorizan los estudios universitarios. Pero, la universidad pública tiene pocas plazas de oferta y un índice de selectividad que hace dificultoso el ingreso , por eso cerca del 80% de los universitarias/os peruanos actualmente están en universidades privadas. En este contexto, resulta más fácil y barato ingresar a un Pedagógico, principalmente a quienes vienen de los sectores populares o clase media baja.
  • Actualmente hay en el Perú 99 universidades: 53 públicas y 46 privadas. No todas ellas tienen facultades de educación. Sin embargo, hay 193 IESP-EESP: 104 son públicos y 89 privados. Los Pedagógicos duplican a las facultades de educación, con abaratamiento de costos para la formación profesional, no sólo por la cercanía de los estudiantes a sus familias, sino también por el pago de pensiones.
  • Desde el 2017, se puede obtener el grado de licenciado en educación estudiando en una EESP, sin necesidad de hacerlo en la universidad. Esto también ha determinado que muchos estudiantes escojan estudiar solamente en una EESP.
Estas y otras razones podrían explicar el crecimiento de la matrícula en los Pedagógicos, cuando en la primera década del siglo XXI estaban en total decrecimiento. Pero, hay una razón política que no hay que olvidar. Cuando los Pedagógicos estaban en crisis, una alternativa que se presentó fue el cierre de todos ellos y la exigencia que los profesionales de la educación estudiasen en la universidad. Este planteamiento no prosperó.
Varios estudios, realizados desde la década de 1960, establecieron la diferencia formativa en la Universidad y en los Pedagógicos. Mientras en las universidades existía una formación más genérica, teórica e ideológica, en los Pedagógicos el acento era metodológico (didactismo), salvo algunas excepciones. Al sistema hegemónico le interesaba e interesa docentes meramente técnicos en enseñar. Además, la formación universitaria traía adicionalmente dos rasgos peligrosos para el sistema: experiencia organizativa de los estudiantes de educación y relación con saberes de otras carreras, más allá de lo pedagógico.
Podemos aseverar que la formación magisterial es una cuestión de extrema importancia, sea en las Universidades o en los Pedagógicos. Sería necesario que -desde una opción popular- se revise la formación magisterial que se viene impartiendo. En ella, hay que asumir la pedagogía crítica de manera conceptual y operativa; importa descolonizarla; asumir las nuevas tecnologías de la quinta revolución industrial (con informática, robótica e inteligencia artificial). Pero, todo ello supone tener maestros de formación magisterial con triple mediación: mediación de su propia realización, mediación paran promover aprendizajes con calidad y pertinencia, y mediación para promover un nuevo modelo de sociedad y civilización.

A todos los docentes: ¡Feliz Día del Maestro 2025!

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