Por: Teresa Tovar Samanez

Recientemente el Banco Mundial ha planteado como problema la “pobreza de los aprendizajes”. Estamos ante una nueva nomenclatura que oculta los problemas de fondo: la desigualdad social, racial, cultural, de género. Al igual que las “habilidades emocionales” (otro nuevo “concepto”) pretende adjudicar a las personas la responsabilidad de superar su pobreza, obviando o minimizando las responsabilidades del Estado de garantizar condiciones de educabilidad iguales para todos y de proveer los recursos para compensar las desigualdades por razón de cultura, etnia, género, edad o discapacidad.

Ahora que las demandas de igualdad, inclusión y justicia han sido colocadas en letras mayúsculas por las movilizaciones ciudadanas de Chile y otros países de la región (la más segregada del mundo), es preciso discutir más a fondo estos conceptos introducidos por el Banco Mundial, porque pretenderían sustituir las políticas redistributivas y de cierre de brechas de desigualdad.

En esta ocasión, sintetizamos y comentamos el planteamiento de mentalidades, comportamientos y habilidades socioemocionales, tal como lo propone el Banco Mundial. No se trata de la formación de la personalidad moral autónoma de las que nos habla Adela Cortina, o de la inteligencia emocional que plantea Daniel Goleman. Lo que el BM está planteando es moldear la conducta de los sectores populares, para que superen su “pobreza cognitiva”, se busquen sus propias oportunidades y así dejen de ser pobres, ahorrando de paso costos al Estado.

1. «Mente, Sociedad y Conducta» Banco Mundial 2015.

En el año 2015 el Banco Mundial publicó su Reporte de Desarrollo (World Development Report) titulado Mente, sociedad y conducta. Este reporte constituye, en palabras del propio BM: “un producto clave de la unidad del Banco dedicada a la Economía del Desarrollo”. Al igual que otros documentos similares, busca orientar las intervenciones del banco e influir en las orientaciones de las políticas de los países clientes del banco.

El documento mencionado fue pensado para orientar las políticas sociales, entre ellas de educación. Su contenido no ha sido muy difundido en el Perú, pero en otros países ha suscitado alertas importantes desde la perspectiva de los derechos humanos .

En este artículo comentamos críticamente los principales planteamientos de este reporte del Banco Mundial, por considerar que tienen importancia en el debate sobre las orientaciones de las políticas educativas en el Perú.

Destacamos cuatro dimensiones a considerar en un debate, las mismas que desarrollamos a continuación.

2. Cuando la justicia se hace chiquita

La igualdad y la equidad (términos que no son mencionados en ninguna parte del documento) no son la preocupación central de la propuesta del BM. Estos objetivos que son centrales en los consensos internacionales, en los horizontes proyectados para la sociedad y en el eje de toda política social y de desarrollo están ausentes en la propuesta del BM. En su lugar, el BM propone centrar las políticas e intervenciones en modificar la conducta humana.

En vez de proponer políticas para cerrar las brechas de desigualdad, terminar con la segregación y eliminar las causas de la discriminación, las políticas que impulsa el Banco se dirigen centralmente a modificar la conducta de los seres humanos, para que tomen mejores decisiones en relación a sus costumbres, hábitos y modos de vida; a sus proyectos de vida. De esta manera, según el BM, los seres humanos que modifican sus conductas y desarrollan habilidades socioemocionales pueden tomar mejores decisiones, incrementar sus oportunidades y reducir sus condiciones de pobreza. “Con pequeñas modificaciones en el contexto en que se toman las decisiones, con iniciativas diseñadas a partir de la comprensión de las preferencias sociales y con la exposición de los individuos a nuevas experiencias y nuevos modos de pensar, se puede lograr que las personas mejoren su calidad de vida” (BANCO MUNDIAL b:38)

El cimiento fundamental de la propuesta del BM es hacer más eficientes las intervenciones del Banco desde la consideración del factor comportamiento, es decir la conducta de los seres humanos. El postulado es que la consideración de este factor “puede mejorar el diseño y la implementación del desarrollo de políticas e intervenciones que se centran en la elección y la acción (conducta). Para expresarlo de otra manera, ha llegado el momento de rediseñar las políticas de desarrollo a partir de una consideración minuciosa de los factores humanos.” (BANCO MUNDIAL a:2).

Para el BM las decisiones que toman los individuos en relación con numerosos aspectos del desarrollo, como el ahorro, las inversiones, el consumo de energía, la salud y la crianza de los hijos, etc. pueden ser bien encaminadas y producir resultados. De este modo las políticas que orientan el comportamiento humano se convierten en “herramientas y estrategias para promover el desarrollo y luchar contra la pobreza” (BANCO MUNDIAL B:2). En un brochure así lo dicen directamente desde el título: “Unidad de Integración Mente, Comportamiento y Desarrollo. Aplicación de las ciencias del comportamiento para poner fin a l pobreza y reducir la desigualdad” (BANCO MUNDIAL 2018:1)

El documento fundamenta su propuesta con evidencias de diversos casos. Para muestra un botón: refiere que en Etiopía se incentivó a las familias a ahorrar mediante videos inspiradores que contaban historias sobre cómo algunas personas habían logrado mejorar su posición socioeconómica fijándose objetivos y trabajando mucho. El reporte del BM concluye alborozado que “Seis meses después, las familias que habían mirado los vídeos inspiradores tenían, en promedio, más ahorros y habían invertido más en la educación de sus hijos”. Otros ejemplos similares se dan en relación al mejor manejo de los préstamos, el ahorro de agua, la descontaminación del agua, etc.

Las personas habrían ahorrado más aunque su problema de empleo precario permaneciera, y no importa que no tuvieran agua potable porque basta que tengan cloro para descontaminar el agua que recogen en baldes. Esta propuesta de política consistió en entregar cloro gratuitamente o venderlo a precios bajos para que las mismas familias descontaminen el agua. Se trataba de una política muy apreciada por el BM por ser muy barata e iba acompañada de estrategias de educación de la conducta para que fueran las mismas familias quienes asumieran la responsabilidad sobre el agua que consumían .

Estos ejemplos mostrarían «la capacidad de una intervención para cambiar un modelo mental, esto es, las creencias acerca de qué es posible lograr en el futuro” En otras palabras las políticas que promueve el BM se dirigen a cambiar los modelos mentales y de esta manera se espera enfrentar las dificultades que enfrentan las personas en una sociedad. (BANCO MUNDIAL b:4-5).

La visión que el BM trasluce es el de una sociedad con problemas como “la persistencia de la pobreza, el desarrollo en la primera infancia, las finanzas domésticas, la productividad, la salud y el cambio climático”. (BANCO MUNDIAL b:4-5). Se habla de pobreza en lugar de desigualdad, de déficit en la habilidad para encontrar oportunidades en lugar de segregación social; de baja productividad en lugar de trabajo precario, etc. Los problemas sociales son minimizados y la manera de enfrentarlos es en modo light, vía el cambio de comportamiento. No hay medidas destinadas a modificar, la distribución de recursos, o de poder político.

3. ¿Dónde están los derechos humanos?

En segundo lugar, está la ausencia de una perspectiva de derechos humanos en la propuesta del BM, particularmente los derechos económicos, sociales y culturales. Esta crítica es desarrollada ampliamente por Horacio Etchichury (ETCHICHURY 2015). No se busca solucionar los problemas de desigualdad arriba señalados, porque no se considera que toda persona tiene en primer lugar el derecho a un nivel de vida adecuado, de acuerdo al Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales – PDESC. Cuando se habla de productividad (una meta importante para el BM) no se considera ni pondera ninguno de los derechos laborales contenidos en los artículos 23 y 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos o en los artículos 6 a 8 del PDESC” (ETCHICHURY 2015: 3). Lo que ocurre es que los derechos humanos no constituyen el objetivo de las políticas propuestas por el BM.

Etchichury señala que el reporte que comentamos sí hay una referencia a los derechos humanos, pero restringida y limitada. La alusión a los derechos humanos está centrada sólo en los relacionados con la libertad de conciencia y la privacidad. Esto resulta coherente con su enfoque de promoción de promoción de decisiones y modelación de comportamientos humanos. Lo que busca el BM es promover la libertad para tomar decisiones y cambiar modelos mentales tradicionales que bloquean este proceso.

“En tercer lugar, las prácticas y los modelos mentales que se refuerzan socialmente pueden bloquear elecciones que generan mayor capacidad de acción y promueven el bienestar y, por ende, pueden impedir que los individuos conciban siquiera ciertos cursos de acción, como cuando la discriminación lleva a las personas a adoptar, comprensiblemente, aspiraciones poco ambiciosas. Los Gobiernos deberían tomar medidas cuando la interacción inadecuada, la configuración de la situación y las prácticas sociales socavan la capacidad de acción del individuo y generan o perpetúan la pobreza. Si bien los actores del campo del desarrollo tienen legítimas diferencias respecto de algunas de estas cuestiones y conceden distinto peso a las libertades individuales y los objetivos colectivos, los derechos humanos ampliamente compartidos y ratificados constituyen un principio rector para abordar estos equilibrios” (BANCO MUNDIAL 2015 b: 30)

Los derechos humanos suscritos en los pactos internacionales no son considerados como norte para que los países los garanticen vía políticas que modifiquen las situaciones estructurales que ocasionan su violación.

El trasfondo de este déficit en el enfoque de DDHH es ético, porque lo que busca el BM son políticas que modelen a los seres humanos, en especial a las personas pobres, para que sean más ambiciosos, trabajen más intensivamente, se esfuercen por superar los problemas que les ocasiona la pobreza o el cambio climático, sean capaces de escoger las mejores oportunidades (aún dentro de una gama muy reducida de ellas, como por ej. el ahorro). “Se trata, según Cammack (2014), de programar a las personas, en especial a las personas pobres. El objetivo declarado es ayudar a tomar decisiones; pero, según Green (2014), la idea subyacente en el informe es que los tecnócratas son quienes saben qué es mejor” (ETCHICHURY 2015: 5-6).

4. Personas o conductas

El “desarrollo centrado en las personas” es un postulado de esta política. Aparentemente atractivo, este enunciado no alude al trato personalizado en la educación o en la salud, ni al logro de la dignidad de cada persona (términos ausentes del texto que comentamos), sino a “la aplicación de las ciencias del comportamiento” para lograr objetivos como aumentar el aprendizaje de los alumnos, elevar las tasas de ahorro, promover la conservación de la energía y los recursos, incrementar la productividad…” (BANCO MUNDIAL 2018: 2)

Viñeta de Antonio Fraguas «Forges»

Para ello el BM propone la estimulación socioemocional, para compensar las deficiencias cognitivas de las personas de grupos vulnerables. El supuesto es que los seres humanos tienen comportamientos mentales automatizados que socavan la elección racional (rational choycy) de opciones. El postulado del BM es que desde las neurociencias y las ciencias del comportamiento es posible revertir estas conductas. En lugar de forzar elecciones racionales que respondan a un cálculo frío, hay que desarrollar habilidades socioemocionales porque los seres humanos “son actores maleables y emocionales, cuyas decisiones se ven afectadas por elementos contextuales, normas sociales y redes sociales locales, y modelos mentales compartidos” (BANCO MUNDIAL 2015 b: 2)

La propuesta del BM de “desarrollo centrado en las personas” no refiere desarrollo de la personalidad moral autónoma de las que nos habla Adela Cortina, como base de la ciudadanía crítica, sino al cultivo de hábitos comportamentales que se deriven de un estímulo emocional a la superación. Ello termina siendo un adiestramiento (con recursos emocionales) de los comportamientos de las personas para que tomen decisiones adecuadas. El BM señala que esta propuesta está sustentada “en los descubrimientos de numerosas disciplinas, como la neurociencia, la ciencia cognitiva, la psicología, la economía del comportamiento, la sociología, la ciencia política y la antropología. En investigaciones en curso, estos descubrimientos ayudan a explicar las decisiones que toman los individuos en relación con numerosos aspectos del desarrollo” (BANCO MUNDIAL 2015 B: 13).

Más que las personas lo que interesa al BM son sus conductas. Lo que está detrás del enunciado es una calificación negativa de la capacidad cognitiva de las personas pobres. Para el BM, el pensamiento automático de las personas pobres responde a un déficit, a una pobreza cognitiva. Para el BM la pobreza no es solo un déficit de recursos materiales, sino una falencia de capacidad cognitiva y deliberativa. A los pobres según el BM “se les hace especialmente difícil pensar de manera deliberativa” (BANCO MUNDIAL 2015 b:23)

Las investigaciones del informe del banco sugieren que las personas pobres tendrían menos posibilidades de tomar decisiones bien pensadas, meditadas, porque están apremiados por las urgencias de la sobrevivencia. “Quienes todos los días deben destinar gran cantidad de su energía mental tan solo a asegurarse el acceso a necesidades básicas como el alimento y el agua potable tienen menos energía para embarcarse en una deliberación cuidadosa que quienes, simplemente por vivir en una zona con buena infraestructura y buenas instituciones, pueden enfocarse en invertir en una empresa o en asistir a las reuniones de los comités escolares. De este modo, es posible que los pobres se vean forzados a recurrir a las decisiones automáticas con mayor frecuencia aún que quienes no viven en la pobreza” . (BANCO MUNDIAL 2015 b: 25)

Asociado a ello en la mirada del BM está la idea que la pobreza se transmite mentalmente cuando se la acepta dándola por sentado como si fuera un hecho inevitable. En contrapartida, la pobreza se supera cuando se instala modelos mentales aspiracionales que configuran en las personas pobres una comprensión positiva de lo que es posible y pueden lograr en la vida. Incluso se sugiere que los privilegios son fruto de una “identidad estigmatizada”, de un modelo mental que al cambiar, disolvería el estigma (Ejemplo de las castas de la India, BANCO MUNDIAL 2015:15)

5. Rinde más y cuesta menos

La propuesta del BM contiene estrategias que tienen tres efectos económicos importantes explicitados por el mismo banco. En primer lugar, son estrategias de bajo costo. A nadie le cabe duda que distribuir cloro a las familias pobres es mucho más barato que instalarles servicios de agua potable. Igualmente es más económico incentivar el ahorro que redistribuir recursos o rentas o implementar una reforma tributaria con criterios de equidad “Las observaciones extraídas de las ciencias del comportamiento y las ciencias sociales modernas pueden dar lugar a nuevos tipos de intervenciones que pueden resultar sumamente eficaces en función de los costos” (BANCO MUNDIAL 2015 b: 25)

En segundo lugar, las estrategias propuestas por el banco buscan extender el mercado financiero, beneficiando a los grupos poder que lo dominan. Por ejemplo, explicando de manera más sencilla los montos de los intereses y las fechas de pago que evitan su elevación excesiva, se logró según un ejemplo del informe que comentamos que personas pobres (de baja capacidad cognitiva y deliberativa) solicitar otro crédito. Más plata en el bolsillo con un interés manejable constituye una estrategia para luchar contra la pobreza, según el BM, no importa que los pobres se adeuden y sigan siendo pobres ocupando el escalafón más bajo en la estratificación de la sociedad.

Del mismo modo las estrategias el BM buscan incrementar la productividad de los trabajadores, logrando que modifiquen su comportamiento laboral vía compromisos de desempeño y productividad voluntarios. Si lograban el compromiso se les pagaba la tarifa normal, si no, se les descontaba. “El contrato de compromiso les ofrece un incentivo para trabajar con más ahinco… En el CADE los empleados que cargaban datos en la India , aproximadamente un tercio eligió el contrato de compromiso y… lograron incrementar el esfuerzo” (BANCO MUNDIAL 2015 b: 28). El resultado: el trabajador trabaja más, gana igual y el dueño del negocio se beneficia con la mayor productividad.

En tercer lugar, la propuesta del BM para desarrollar habilidades socioemocionales, tambibién tiene como finalidad el estimular redes de cooperación entre las personas para ahorrar costos o ser más efectivos en las estrategias de ahorro, cumplimiento de compromisos financieros o similares. El BM considera que las personas actúan motivadas por relaciones de solidaridad o confianza que contribuyen a los fines esperados por el BM. El reporte del BM muestra ejemplos de esto como los prestatarios de la India a los que se les incentivó a reunirse socialmente de manera informal, dando como resultado un mejor cumplimiento de los préstamos solicitados. Se trata de patrones colectivos de conducta “sumamente valiosos que representan esquemas de confíanza y valores compartidos” (BANCO MUNDIAL 2015: 27)

En otras palabras, fomentar la solidaridad y cooperación no tiene como fin fortalecer la consistencia de la actoría social de los sujetos ni su identidad colectiva, sino, en última instancia, garantizar que las personas pobres cumplan mejor con sus operaciones financieras, vinculadas a los bancos y al sistema financiero.

Hoy cabe seguir la senda abierta por Chile y reconquistar mayores niveles de justicia, poniendo fin a las políticas que excluyen en lugar de incluir, que legitiman los abismos sociales, que hacen perennes e impunes las discriminaciones, y destruyen en definitiva a la humanidad como proyecto.

Como señala Foro Educativo (2019:3), «junto al avance de la pobreza y la desigualdad, hoy se suma la muerte de millones de personas por desnutrición, la esclavización de seres humanos, la violencia brutal contra las mujeres, los indígenas, los inmigrantes y las personas de diferente orientación sexual, que llega al asesinato o al holocausto de grupos significativos de seres humanos. Sobre ellos no sólo se ejerce exclusión. Se ejerce violencia. Las élites de poder los visualizan como un estorbo o una amenaza a sus intereses de lucro. De igual manera avanza la acción depredadora del medio ambiente destruyendo el planeta tierra nuestra morada común y eliminando distintas formas de vida».

Este constituye el sentido de la época. Debe ser el eje central de las políticas en el año que se inicia y, asimismo, del contenido y propuestas del Proyecto Educativo Nacional. En lugar de moldear comportamientos de pobres con «déficit cognitivo», como propone el BM, corresponde, como propone Foro Educativo, ejercer la defensa irrestricta del derecho a la educación en las políticas educativas y proponer medidas para combatir la segregación, la discriminación y la exclusión y para fortalecer la educación pública como derecho.

Bibliografía

BANCO MUNDIAL, a , 2015, World Development Report 2015: Mind, Society, and Behavior, World Development Report 2015, Washington, http://documentos.bancomundial.org/curated/es/645741468339541646/World-development-report-2015-mind-society-and-behavior

BANCO MUNDIAL b , 2015, Informe sobre el Desarrollo, Mente, sociedad y conducta, Washington, Resumen en español, http://pubdocs.worldbank.org/en/210751493925193701/pdf/Overview-Spanish.pdf

BANCO MUNDIAL 2018 “Aplicación de las ciencias del comportamiento para poner fin a l pobreza y reducir la desigualdad”, http://documents.worldbank.org/curated/en/140621532460617085/pdf/128784-SPANISH-BRI-PUBLIC-eMBeD-Brochure-Spanish-Digital.pdf

ETCHICHURY, Horacio Javier , 2015, “LA MENTE, LA POBREZA Y EL BANCO MUNDIAL: UNA PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS”, DIALNET: Vol. XIII, N° 23, 2015, pp 49-65, https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5502218.pdf

FORO EDUCATIVO 2019, “Los Sentidos de la Educación”. Lima, http://sentidos.foroeducativo.org/?p=729&fbclid=IwAR0JJGeVjFkBpwCvm2AQ9nPCm3bUozpxrHY6R3BJL6hNALl8qdG_zS4iblA


1 Comentario

¿De qué libertad hablamos? – FORO EDUCATIVO · 24/01/2020 en 1:07 PM

[…] el Banco Mundial las personas deben tomar mejores decisiones que les permitan reducir sus condiciones de pobreza. Por […]

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