Por: Teresa Tovar Samanez
Desde el 2016 el Perú cuenta con una política de Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Busca educar a los estudiantes indígenas andinos y amazónicos en su propia lengua y cultura a la vez poner en valor esta diversidad cultural como patrimonio de la nación. En momentos donde hay un cambio de ministro de Educación, esta política no sólo debe ser continuada, sino profundizada.
No se trata únicamente de adecuar un servicio educativo, sino de terminar con 200 siglos de abandono y menosprecio. En la ONU dijeron:
“Tenemos todavía una deuda histórica con los pueblos indígenas. Sus derechos colectivos, sus derechos culturales y de identidad. Sus derechos a la salud, a la educación y al desarrollo, según sus aspiraciones y necesidades. El 15% de las personas más pobres del mundo son indígenas”.
La exclusión de los indígenas marca la evolución de la nación peruana. La democracia e igualdad jurídica que hoy exhibimos esconde enormes abismos sociales. Hay más de 5 millones de peruanos indígenas (amazónicos y andinos) y cuatro de cada diez de sus viviendas tienen techo de calamina y piso de tierra; 6 de cada 10 niños indígenas tiene anemia ; 17% de la población nativa no sabe leer ni escribir y sólo 4 de cada 10 mujeres adolescentes indígenas termina la secundaria; únicamente 3 de cada 10 comunidades nativas tiene posta de salud.
La EIB es una de las políticas que busca cerrar estas brechas históricas. Desde hace cuatro años cuenta con un Plan Nacional con varios logros importantes: la visibilización de la población indígena: ya sabemos cuántos son y dónde están y un modelo de propuesta educativa: ya sabemos cómo ofrecerles una educación acorde a sus características. También se cuenta con materiales educativos para 27 lenguas que llegan a tiempo a sus escuelas; y una red de actores y especialistas que pelean por ella y la sostienen.
¿Cuáles son los límites? Identificamos dos principales. El primero es que no existen suficientes profesores: hay un déficit de 20,000. Cuatro de cada 10 de sus docentes no tiene título o ni siquiera ha terminado la secundaria y no domina la lengua de los pueblos. Sobre esta brecha, hay un escollo adicional: recientemente se han formado más de 500 maestros adecuados pero la mayoría no encuentra plaza pues las UGEL los rechazan y ya tienen los puestos llenos (¿con sus contactos y amigos?).
El segundo cuello de botella es la infraestructura. El deterioro de las escuelas del ande y la Amazonía es gigante y atenta contra los derechos humanos básicos. Aulas deterioradas, carpetas rotas, falta de servicios básicos, residencias estudiantiles con camastros rotos y sin colchones, etc. El MINEDU lo reconoce y lo muestra buscando superarlo desde un presupuesto que no alcanza.
La brecha de infraestructura del país calculada en 100 mil millones de soles es un acumulado histórico fruto de 20 años de estancamiento de la inversión en educación (para el caso de la Educación Intercultural Bilingüe la Defensoría del Pueblo denunció que el 2018 su presupuesto se redujo en más del 50%).
Asistimos a una paradoja. La ruta progresiva de la educación intercultural y bilingüe en los últimos años coincide con la ruta regresiva que ahoga y precariza a la educación pública mientras aumenta la educación con fines de lucro. La EIB está remando a contracorriente.
La visión es ambiciosa: una educación en su propia lengua y cultura (pertinente), basada en derechos y sustentada en el protagonismo de los pueblos indígenas. Pero requiere de un compromiso fuerte del Estado en todos los frentes. Respetando sus territorios (hoy amenazados por la tala y minería ilegal, por los grandes proyectos extractivitas y el acaparamiento de tierras por parte de grandes inversionistas; resguardando el derecho de los pueblos indígenas a decidir sobre su vida y territorios; dotando de servicios de luz y agua a todos los pueblos; protegiendo sus cultura y saberes milenarios como parte de la riqueza nacional. Son varios los ministerios comprometidos.
La educación de los pueblos indígenas no puede atenderse con cuerdas separadas del resto de políticas nacionales.
NOTAS
1.- Fernanda Espinosa, Pdta. Asamblea General de la ONU, Foro Permanente para Cuestiones Indígenas, abril 2019
2.- Existen 55 pueblos indígenas con 48 lenguas indígenas u originarias.
3.- Promedio nacional: 43%
4.- INEI 2017, 2018
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