Por: Luis Miguel Saravia
Entusiasmo y agenda. Sin duda días de distensión, de comentarios, de análisis, de horas para pensar en un futuro esperanzador. Pero, cuidado, el entusiasmo es efímero y se puede romper como una pompa de jabón. Pero también puede ser utilizado por “la experiencia” tan mentada y tan fugaz cuando esta se reviste de “viejos comportamientos y maneras de hacer política”. En nuestro país somos proclives a “bailar según la música que se toque” y poco a ser consecuentes con la historia que nos convocó a transitar por luchas sostenidas resistiendo para que la democracia no sea fagocitada por los enviados de una clase política que más de una vez usó la piel de cordero para embaucar incautos. Y cuántas ilusiones se perdieron en la calle de las “ilusiones rotas”, de los “fracasos anunciados” por lúcidos discursos, que transcurrieron en el pentagrama de la “revolución” al servicio de… un imaginario que solo los elegidos conocían, pero andando el tiempo y los fracasos, se supo de sus intereses iluminados en juego. Triste experiencia, pérdida de tiempo y de ilusiones frustradas de varias generaciones.Hoy el escenario nos pone otra vez la oportunidad por delante. Tienta con la promesa de nuevas elecciones. Y se siente más de una organización -política y otras que buscando un paraguas de organizaciones que cuentan con inscripción- con ganas de intervenir. Pero “la experiencia”, reclama espacio para poner “democráticamente” condiciones y no dejar fluir conocimiento y responsabilidad a la nueva generación que se ha forjado en la praxis de estos años y meses y tiene una forma innovadora de analizar hechos y diseñar estrategias, para no dar “gato por liebre”. La “experiencia” opina que esta es la oportunidad, que es necesario “buscar” candidatos afines, que sirvan de instrumento antes que de líderes y protagonistas que hayan desarrollado organización y tomado posición desde y en la realidad académica, laboral. ¿No “suena mejor” que aquello de “trabajadores manuales e intelectuales, donde los últimos ponían el pensamiento y los segundos el pecho y los pies para las marchas? El cambio generacional mira con prudencia, con prisa y con pausa lo que debe hacerse. Tiene como eje la inclusión, la solidaridad, la paridad, la equidad y otros valores como dicen “en construcción” y haciendo carne y sangre. Existen objetivos superiores que demandan análisis, fortalecimiento de instituciones políticas y no instituciones a la carta que quieren reemplazarlas. Cuidado. Tener en cuenta lo que expresa Daniel Zovatto, director regional de IDEA Internacional, “las instituciones políticas han quedado desfasadas. Tenemos instituciones del siglo XIX, con paradigmas del siglo XX, para gobernar sociedades complejas del siglo XXI”. (Sergio Muñoz Bata. El Comercio, 09.10.19 en Artículo: La Democracia en América Latina. Crece el desencanto. Diario El Tiempo, Bogotá GDA).
Voces y opiniones. Es preciso en este corto ínterin, prestar atención a lo que se escribe -no a la hojarasca periodística de postín- fruto del estudio y de la reflexión. Lejos de sentimientos y tendencias “revanchistas” de generaciones que tuvieron su espacio y tiempo y que naufragaron en componendas fundamentadas en el “tú no sabes”. “tú estás aún para hacer pintas”, “tienes que pagar derecho de piso” y otras tan manidas de una soberbia exclusivista, que se vivió hace casi tres décadas. Y todo ello nos puede llevar a lo que Joaquín Sabina escribió en Calle Melancolía “Como quien viaja a lomos/ de una yegua sombría/ por la ciudad camino/ No preguntes adónde/ Busco acaso un encuentro/ que me ilumine el día/ Y no hallo más que puertas/ que niegan lo que esconde.” Esa experiencia que “recomienda”, “propone”, “se empina” para que se le tome en cuenta, ya no debe ser protagónica. Ella fue y es la causante que “puertas que niegan lo que esconden” Hoy su papel debe ser servir de soporte a una causa que se ha desarrollado, libre de cubileteos, nutrida por su formación profesional y no por la lectura de la llamada línea correcta, de una coyuntura que no es más de los 90, 2000…donde se frustraron ilusiones de jóvenes generaciones que quisieron hacer algo diferente, y sin embargo “la experiencia” consideró que no había llegado el tiempo.
Amaneciendo el lunes 7, la opinión de Lauer (La República, 07.10) es que “La sensación hoy es que no hay partidos lo suficientemente organizados como para enfrentar el desafío de las listas con una estrategia, y menos a tan corto plazo”… “Lo que de todas maneras volveremos a ver serán las alianzas con caciques locales, que suelen producir congresistas hijos de la suma de los recursos económicos y el voto preferencial. Una práctica que recorre todo el espectro ideológico, y que también está detrás de las crisis que ahora estamos padeciendo.” ¿Y el contenido de la oferta? Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de CEPAL citada por Muñoz Bata, plantea una pregunta fundamental“¿Será que se le están exigiendo a las democracias no solo procedimientos de participación, sino más bien, resultados cuantificables en áreas específicas como empleo, seguridad social, educación, igualdad de género, pensiones dignas, seguridad ciudadana, trato a las minorías étnicas”? Esta cuestión se vuelve a la ciudadanía ¿no será que los ciudadanos formados por reformas de reformas educativas no han desarrollado todas sus capacidades y lo hacen solo aquellos que tienen capacidad económica y en los buenos colegios y escuelas que el mercado promueve? ¿Por qué no hacemos un sistema educativo a la medida de nuestra cultura y necesidades donde la equidad, la solidaridad, se desarrollan a la par de los aprendizajes? ¿Por qué el maestro y maestra se sienten postergados económicamente y se olvidan de su capacitación permanente, reduciéndola solo a lo que es funcional para un sistema que no aporta a la ciudadanía? Prisioneros de estándares y matrices y con incentivos tomados del modelo empresarial se trata de encontrar mejor eficiencia y eficacia. ¿Y la ética, dónde se perdió? La ética es el valor que hacen a los maestros comprometidos con la educación nacional. ¿Por qué demoraron más de veinticinco años la conversión de los ISPP en una nueva institución? ¿Se han hecho trabajos pilotos para convalidar la propuesta? Cuidado.
Volviendo a las fuentes con identidad propia y no acompañando el corso. Escuchando un programa radial, en su resumen político de la semana, informaba a los radioescuchas -de nuestro país diverso y multilingüe- sobre las próximas elecciones y la vigencia de determinadas leyes de la elección anterior y la no vigencia aún de las modificaciones constitucionales que requieren una segunda aprobación del Parlamento. También invitaron a representantes de instituciones y partidos políticos (solo uno se identificó) para que dijeran la agenda única que debería tener este Parlamento de corta vida que se elegirá el 26 de enero de 2020. Desilusión. Los invitados e invitada volvieron a caer en lugares comunes que no es el caso repetir y que no son indicadores de una renovación en el discurso de una nueva generación, sino la utilización de los nuevos mecanismos para conocer sus análisis y posturas, que nos llevaron “haciendo la vista gorda” a sucesos que condujeron a que las “patitas cortas” de la corrupción fuesen copando posiciones importantes del Estado a vista y paciencia de una “generación con experiencia”. ¿Eso se quiere replicar para “salvar esta oportunidad”?
Sin embargo es gratificante leer la postura de una nueva generación que desde el periodismo, en su columna Huayruro, Juan Carlos Aguirre (La República, 12.10.19) titula “El truco de pasar la página”, nos advierte tener cuidado. Entre la bruma de palabras de opinólogos que dicen que hemos pasado a la normalidad. Deberíamos estar alarmados, pues los medios radiotelevisivos y de prensa escrita huelen a “rancio este “pasar la página”. La pasarela que dejaron las modelos de la LIF Week de la moda ahora se llena con opinólogos distendidos (recién salidos de la sala de maquillaje) y lucen sonrientes, informados, ilustres y hasta coquetos. Cuidado están tirando el anzuelo del recuerdo y los fracasos por no tener experiencia. Y de eso vivieron la mitad del siglo pasado transando y concediendo; escribiendo escritos contradictorios y no de autocrítica y empezaron el nuevo siglo plagado de falacias que sirvieron para encubrir cuchipandas de quienes se servían del Estado. Dejaban la puerta abierta para que las “patitas cortas” de la corrupción se instalen, como nos recuerda Marcos Cueto en el prólogo de Historia de la Corrupción en el Perú : “Su principal argumento era que el manejo corrupto de las finanzas y la economía peruanas había dejado una profunda huella que afectaba a sectores estratégicos y retrasaba el desarrollo”. Su obra se vuelve monumental cuando decide realizar un trabajo casi completo si la muerte no lo arrebatara. Continúa Cueto “Realizó una puntillosa revisión que se iniciaba en las postrimerías del virreinato, pasando por el contrabando y la corrupción que magnificaron los problemas de la minería colonial y dejaron una difícil herencia a la joven república. El período del guano, denominado por Basadre como «la prosperidad falaz», funcionarios agobiados por las deudas del Estado y ambiciosos de hacer una fortuna personal y rápida crearon un sistema de sobornos a los contratistas extranjeros y empresarios que en gran parte explica la pérdida de una oportunidad histórica del país para desarrollarse. Durante el siglo XX, la corrupción estuvo asociada a regímenes autoritarios y militares (cuando había menos oportunidades de denunciarla) enfatizando las prebendas en las compras de armamentos. Uno de los pasajes más fascinantes -y triste- …es cómo la corrupción infiltró al Estado durante los años de la democracia en crisis de la hiperinflación y del conflicto armado interno….”
Llenar de contenido a la esperanza en tiempos de la corrupción rampante, es un reto de la generación emergente, mejor preparada, más instruida, mejor informada. Ya se escuchan los susurros de la experiencia y las recetas que nunca dieron con lo que le interesaba y necesitaba la población de un país diverso e intercultural. También de viejas prácticas como las que dice Tola en el video en la Mula. Ahí está debajo de ese mensaje puestas al descubierto aquello que dicen en jerga televisiva “detrás de cámaras”, pero cuyos promotores nunca aparecen, sino contratan a otros para que confunda deformando la verdad. Ahora inventan las fake news y todos se comen el cuento. Hay que bajar de la luna del emprendedurismo, de la competitividad, cuya evidencia la vemos en el mercado, centrado en la rentabilidad y no en las personas. Rescatar el discurso crítico con fundamento y no tergiversado por embajadores de la mentira y falacia con inmunidad. Démosle contenido a la esperanza. Hay que darle nuevo contenido a una democracia que ha sido succionada por ectoparásitos hematófagos (vulgo garrapatas) y han debilitado instituciones del Estado que deben fortalecerse. Sin duda habrá muchas tareas. La nueva generación tiene la palabra. También refundar y consolidar instituciones democráticas. Estar atentos a propuestas y cantos rancios de sirenas. (13.1019)
Videos recomendados. Urgente verlos:
# No retiro NADA. La oportunidad del nuevo congreso con Alberto de Belaunde.
ALVUELO.Raúl Tola Pedraglio. https://www.facebook.com/lamulape/videos/737701426642491/
«Vizcarra ha salido del pleito como un presidente con un poder de maniobra del que no gozó
AL VUELO Raúl Tola Pedraglio. «El punto de contacto entre Giuliani y el Perú sería Gonzalo Ortiz de Zevallos, el abogado cuya candidatura al TC desencadenó la disolución del congreso» https://www.instagram.com/tv/B3fGqXSnl49/?igshid=1is5gvx7xa0qd.
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