Por: Teresa Tovar Samanez Recientemente el Banco Mundial ha planteado como problema la “pobreza de los aprendizajes”. Estamos ante una nueva nomenclatura que oculta los problemas de fondo: la desigualdad social, racial, cultural, de género. Al igual que las “habilidades emocionales” (otro nuevo “concepto”) pretende adjudicar a las personas la responsabilidad de superar su pobreza,