Por: Luis Miguel Saravia
1.Dicotomías. Hemos pasado revista muy rápida a los temas enseñar y aprender con la finalidad de cultivar el permanente retorno a las fuentes de reflexión y estudio que el desarrollo docente requiere para estar actualizado y perfeccionar su desempeño profesional. Pero el tema es complejo. Aprendimos que el problema se centraba en la falta de cobertura. Hoy se tiene niveles de cobertura satisfactoria. Surgió luego el tema de carencia de docentes titulados. Se abordó creyendo que con la creación de instituciones de formación docente -públicas y privadas- se solucionaría el inconveniente, pero no ha sido así. Fue necesario establecer la carrera pública magisterial, para ir acortando las inequidades surgidas antaño. A pesar de las tensiones, se va por buen camino. Sin embargo se llegó a evidenciar la existencia de una deuda social con los docentes -no pago de remuneraciones por el trabajo más allá de las horas estipuladas-. Va camino de solucionarse, a costa de una tensión sostenida. Súmase ahora la carencia de infraestructura adecuada. El tema último ha sido el Diseño del Currículo Básico donde la polémica y el debate ha surgido en torno al enfoque transversal de género. Abordado el tema en tribunales, éstos le dieron la razón al Estado. Singularmente, esto ha llevado a que un grupo de congresistas reviviese el tema de los textos escolares y observaciones sobre su contenido referente al tratamiento de la época del terrorismo. El MINEDU ha conformado una comisión de alto nivel que se encargará de revisar los textos escolares de inicial, primaria y secundaria de Educación Básica Regular entregados a las instituciones educativas públicas para el desarrollo del año escolar 2019 (Resolución Ministerial Nº 175-2019-MINEDU. ELPERUANO,20.04.19).
En los debates sobre el tema promovidos por políticos y comunicadores, se ha evidenciado poco interés por abordar estos temas con criterio académico, científico o pedagógico. Por el contrario se ha observado interés por defender simpatías religiosas fundamentalistas, su moral medioeval, poniendo como escudo a la familia y a sus valores morales. Y en el tema del conflicto armado interno, la chatura del debate, ha sido preocupante. Mínimo demanda un conocimiento elemental de política educativa y en especial del currículo. Caer en adjetivaciones como se demostró, denota la pobreza de los argumentos, para hacer del contenido una alharaca con sambenitos para atemorizar a desinformados.
2. Cambios. El saber y aprender son procesos que demandan en la persona tiempo, estudio y práctica. La vida moderna hoy caracterizada como materialista, reduccionista, antropocéntrica y patriarcal, según nos dice Bernardi Berger en su trabajo “En la aurora de un nuevo siglo…” (Revista Olhar de professor, Ponta Grossa, 4(1): 9-20, 2001) todo lo que existe está formado por entidades materiales mensurables, el todo se explica en función de sus partes; los seres humanos dominan y controlan la naturaleza, de acuerdo a sus propios objetivos; y la sociedad privilegia el poder masculino. Por eso se tiene una visión fragmentada del alumno. Así mismo la enseñanza ha adquirido el carácter y desempeño de los docentes. Se le restringe a modelos que inviabilizan el desarrollo de potencialidades personales, interpersonales y transpersonales del docente y de sus estudiantes. Podría decirse que existe un estado general de insatisfacción e incredulidad crónicas, que se vienen dando en el comportamiento del profesor, en los alumnos y la escuela, como un todo.
Un nuevo paradigma educativo viene apuntando en el horizonte de la educación. El Informe Delors advertía y demandaba estar preparados y sugería que en la educación del Siglo XXI, debería tenerse en cuenta la promoción de una reflexión conjunta sobre el papel y estructura de las organizaciones internacionales, antes que se realice una ruptura entre la minoría que surge en este mundo moderno y una colectividad que empieza a sentirse un juguete de los acontecimientos y no puede influir en el destino de las mayorías, con el riesgo de un retroceso democrático. Debería cultivarse una utopía orientadora que dirigiese al mundo hacia una comprensión mutua y a tener un sentido de responsabilidad y solidaridad para respetar las diferencias materiales y culturales. En este sentido la educación permite el acceso de todos al conocimiento, y ayuda a comprender el desarrollo del mundo entero y que cada persona se entienda a sí misma (http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF). Así compromete ampliar la visión del mundo y la concepción del desarrollo humano que supere el orden económico y considere la dimensión ética, cultural, científica y tecnológica. “…, la educación es también una experiencia social, en la que el niño va conociéndose, enriqueciendo sus relaciones con los demás, adquiriendo las bases de los conocimientos teóricos y prácticos. Esta experiencia debe iniciarse antes de la edad escolar obligatoria según diferentes formas en función de la situación, pero las familias y las comunidades locales deben involucrarse.” (http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF). Respecto a la escuela es necesario que se piense como un espacio social destacado que permita la organización del trabajo pedagógico. Sin duda una tarea desafiante. Pero son los tiempos los que llevan a cambiar sin renunciar a principios de la educación integral (aprender a escuchar a los alumnos/as; respetar sus tiempos; la experimentación en todos los campos; fomento de la creatividad; fomento de la independencia). Debe tenerse presente que la escuela debería encarar su potencial educativo para formar ciudadanos que asuman una actitud de responsabilidad creativa ante sí mismos, de la sociedad, de la cultura, del planeta, de manera que puedan enfrentarse a las crisis y sus retos que el momento plantea de manera local, regional, mundial.
3. Reforma. ¿Qué hacer frente a nuevos retos si todavía no terminamos de desarrollar capacidades, aptitudes, competencias en el sistema educativo? ¿Qué hacer para formar docentes que respondan a estos retos con ciencia y sobre todo ética, compromiso, convicción? ¿Por qué entregar el diseño de políticas educativas a un congreso incompetente? ¿Será que la reforma de la reforma será el camino? Es necesario una intervención dirigida a corregir los problemas fundamentales. Abordar luego de muchos “ensayos”, “experiencias”, lo que sigue pendiente: el insuficiente nivel de aprendizaje en la gran parte de la población escolar que concluye sus estudios. A pesar de la campaña “Educación para todos” se siguen produciendo bajos rendimientos sobre todo en los niveles sociales más bajos, y de manera especial en aquellos cuyos padres poseen un menor nivel de educación. A esta altura del nuevo siglo siguen resonando las afirmaciones de Delors: “El desempleo generalizado que existe en muchos países no hace más que agravar este malestar. La Comisión destacó lo preocupante de una evolución que lleva, en medios rurales y urbanos, en países en vías de desarrollo e industrializados, no sólo al desempleo sino también al subempleo de los recursos humanos” (Informe Delors op. Cit). Los científicos sociales tienen la percepción de que un sistema educativo producto de una reforma debería poner énfasis en el desarrollo humano teniendo como perspectiva las exigencias y demandas del mundo moderno, para responder a los nuevos retos políticos, sociales, económicos. El gran ausente de esta convocatoria para diseñar la reforma de la reforma es el docente con su aporte pedagógico.
¿En qué consistiría esta reforma de la reforma educativa? No existen recetas. Es necesario buscar entre las propuestas que jalonan el final del siglo pasado y lo transcurrido en el presente. Transformar el enfoque que hoy lleva al sistema educativo de tumbo en tumbo, con resultados que el mercado le quiere otorgar. Es necesario transformar esos enfoques y estructuras retornando a fuentes filosóficas, sociológicas, antropológicas, pedagógicas desde donde se recupere la visión, la misión de la educación. Todo ello demanda un trabajo interior y exterior simultáneos. Allí debe integrarse la subjetividad y objetividad. Tener una concepción más amplia de la persona que la escuela podrá redefinir, de manera adecuada, su papel en la sociedad actual. De otro lado es necesario reconocer que es en los docentes en quienes recae la mayor carga de la responsabilidad de concretar la visión y misión de la educación actual y poner en ejecución el sistema educativo, escuchando sus experiencias y su discurso.
La tarea de educar en la escuela y poner el sistema educativo en la realidad compete al Estado, pero en concreto el responsable es el docente, el rostro visible con el que se le identifica. El docente requiere permanente actualización. Contar con instituciones formadoras de docentes, con un presupuesto pertinente que permita dar cobertura al desempeño laboral del docente, que cubra su requerimientos sociales de salud y desarrollo familiar; contar con un sistema que prevea planificadamente la dotación de infraestructura, de materiales didácticos, de textos escolares desarrollados por equipos de profesionales competentes. Sólo así el sistema se fortalecerá y podrá presentar sus logros.
El cambio educativo hoy es urgente. Pero debe respetarse la política de Estado y hacer que los profesionales de la educación asuman su compromiso sin interferencias políticas, alejadas de la realidad educativa. Los espectáculos bochornosos de estas semanas en vías públicas y en el recinto del Congreso de la República, no deberían volver a repetirse. Recordar el dicho popular: “Zapatero a tus zapatos”, antes de anteponer juicios de valor a la política educativa del Estado.