Por Yolanda Rojo Chavez
Presidenta de Foro Educativo
Por ustedes, por nosotras, por las que fueron, por las que serán…Hoy conmemoramos nuestras luchas.
No buscamos compartir los privilegios de los hombres, sino construir un mundo otro, un mundo de justicia para todas, todos, todes. Por eso incomodamos, porque luchamos por profundas transformaciones.
Hace pocos días, me preguntaban por qué es necesario un día de la mujer. Quiero responder esta pregunta con las siguientes razones.
En primer lugar, porque las niñas y mujeres en nuestras diversidades vivimos en situaciones de desigualdad, injusticia, discriminación y violencias. Algunos datos del año 2023 lo confirman:
- 170 feminicidios, 40 más que en el 2022 (Defensoría del Pueblo).
- 5184 casos de niñas y mujeres desaparecidas, siendo los índices más altos en Cusco (681), Junín (646), Arequipa (614), Lambayeque (599) y Lima (3561).
- se registraron 11 944 casos de violación sexual. La mayoría de víctimas son niñas, niños y adolescentes (CEM, 2024).
- 1354 menores de 15 años, entre ellas, cuatro niñas de 11 años, se convirtieron en madres producto de la violencia sexual (Amnistía Internacional).
- solo el 63% de mujeres tiene un empleo o lo busca (INEI, 2024), y enfrentan mayor precariedad laboral: más informalidad y subempleo; menores ingresos por el mismo trabajo.
- el 76% de mujeres que trabajan, lo hacen en el sector informal. Según el INEI el 97% de personas que realizan trabajo doméstico remunerado son mujeres, llegando a tasas de informalidad mayores a 85%, es decir, sin condiciones laborales, seguridad social, ni protección.
En segundo lugar, porque los avances en políticas de igualdad para los géneros que feministas y organizaciones de la sociedad civil hemos logrado, están siendo desmanteladas y se encuentran bajo ataque por un gobierno y un Congreso autoritario, conservador y antiderechos.
- Ley 31498, aprobada por insistencia por el Congreso de la República. Otorga facultades a las organizaciones de padres ultraconservadoras para supervisar y vetar contenidos de la educación básica con la finalidad de eliminar ESI, aprendizajes con enfoque de género y memoria histórica.
- Iniciativa para cambiar nombre del MIMP. La Comisión de la Mujer y Familia del Congreso de la República ha aprobado el pre dictamen para cambiar de nombre del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) por Ministerio de la Familia y Poblaciones Vulnerables, con lo que se invisibilizaría las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres y diversidades sexo genéricas, y se reducirían los esfuerzos y los recursos destinados a abordarlas.
- Anulación del lenguaje inclusivo en comunicaciones escritas y documentos de los tres niveles de gobierno, a través de la modificación del artículo 4 de la Ley 28983 – Ley de Igualdad entre hombres y mujeres.
En tercer lugar, porque en el Perú y en el mundo, las tareas de cuidado recaen en las niñas y mujeres. En promedio, las mujeres peruanas trabajan 39 horas a la semana en tareas domésticas y de cuidado, mientras que los hombres solo emplean 16 horas. Esta profunda desigualdad, restringe el tiempo de las mujeres para estudiar, desarrollar trabajo remunerado, descansar, la acción política, etc.
Finalmente, porque en las espantosas guerras actuales, las niñas y mujeres, además de la violencia bélica sufren violencia sexual y violencia de género con profunda crueldad. Y esto, ante los ojos del mundo y la complicidad de las principales potencias del mundo.
Por esas y muchas otras razones conmemoramos el Día de las mujeres en nuestras diversidades étnico culturales, de edad, de identidades sexo genéricas, de nacionalidad (migradas), etc.
El 8M es un día de conmemoración. Un día para honrar a las que nos precedieron en la lucha por nuestros derechos, y para persistir en la defensa de educación, salud, trabajo digno, participación política, una vida libre de violencia. Las mujeres sabemos bien que no podemos “bajar la guardia”, que fuerzas reaccionarias, conservadoras y antidemocráticas como las que hoy nos gobiernan, buscarán medidas retardatarias porque saben bien del poder democratizador y transformador de nuestras aspiraciones y convicciones. Por ello, a lo largo de la historia se nos acusó y estigmatizo peyorativamente de brujas, hechiceras, locas.
El 8M es también un día para reafirmarnos y fortalecernos en la defensa de la VIDA humana y de los otros seres de la pachamama. Y esta es una lucha fundamental. Nuestra lucha es profundamente contra hegemónica e internacionalista. Buscamos revertir un sistema extractivista y depredador de los ecosistemas; nos rebelamos y solidarizamos contra el genocidio y el etnocidio como el que sufre el pueblo palestino; buscamos construir un mundo en el que la ética del cuidado, la solidaridad, la justicia y el sentido de comunidad se erijan ante el individualismo, el consumismo, las desigualdades y las violencias.
Por ello, este 8M marchamos, cantamos, activamos por una democracia defensora de los DD.HH., por una democracia que defienda la Vida, por una democracia en la que impunidad no tenga lugar, por una democracia que alcance para todas, todos y todes; por un país sin racismo, sin machismo, sin desigualdad social, porque sin justicia no hay democracia.
La lucha de las mujeres y de los feminismos es la fuerza transformadora de hoy.
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