La disolución del Congreso y la convocatoria a elecciones parlamentarias abre un nuevo momento político en nuestro país. Se ha cerrado un período de tres años de crisis, de enfrentamientos estériles y de ejercicio de la política contra todo sentido de la ética pública. Ante la arbitrariedad en el ejercicio del poder legislativo vista en estos días, tenemos la responsabilidad de hacer docencia en las escuelas y en las calles. Actuar en defensa y por el desarrollo de una educación democrática y ciudadana contribuirá a iniciar un cambio necesario en la manera de hacer política en nuestro país.  

Para Foro Educativo, hay motivos para celebrar. La disolución del Congreso es un golpe a la mayoría parlamentaria que hizo defensa de la corrupción y de sus intereses particulares, económicos o políticos. Con ello, se ha eliminado el escenario que garantizaba la impunidad y facilitaba el comportamiento mafioso de los corruptos. Se ha evitado el copamiento político del Tribunal Constitucional y desarticulado el control sobre las reformas política y judicial. En materia educativa, nos hemos liberado de las presiones de la corrupción contra la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria –SUNEDU- y de los intentos de copamiento de todo el sistema educativo público por parte de sectores conservadores fundamentalistas y de aquellos que buscan lucrar con la educación. Los que querían eliminar el enfoque de género en la educación básica se han quedado sin representación en el espacio legislativo. 

En los últimos tres años, la Educación Pública ha sido un escenario de permanente disputa. La mayoría parlamentaria, en alianza con grupos conservadores, han tenido al sector paralizado, debilitándolo persistentemente hasta el último momento. La Educación Pública es la gran promesa republicana, la única garantía de cohesión y justicia social, por eso debemos defenderla. Hoy, se abre la oportunidad para mejorar las condiciones materiales de trabajo de los docentes y la calidad de su formación profesional, así como reconocer el gran valor social de esta profesión; de cerrar las brechas de desigualdad e injusticia en educación; de atender y educar para respetar la diversidad sin discriminaciones y apostar por una gestión educativa descentralizada que tome en cuenta la diversidad de nuestros territorios. Nuestro país puede y debe invertir más en  Educación para que ésta tenga un sentido vital para nuestra sociedad. 

El momento que acaba de abrirse, representa una oportunidad para que el nuevo gabinete y la sociedad organizada actuemos y avancemos con responsabilidad hacia el fortalecimiento de la democracia y la educación pública. Liberados del boicot cotidiano, el Ejecutivo y el Poder Judicial tienen que enfrentar los problemas que las debilitan. 

Foro Educativo saluda a los ciudadanos que se han movilizado y expresado con libertad, fuerza y constancia contra la corrupción y en defensa de la democracia, la educación pública, la justicia social y la igualdad de género. La calle ha sido un escenario importante de pedagogía política. Foro Educativo ratifica su compromiso y hace un llamado a continuar con este ejercicio ciudadano y a fortalecer las alianzas ciudadanas por la democracia y la educación pública.

Octubre 2019.


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