Por: Luis Miguel Saravia

1. Cuando se confunden papeles.  En nuestro país, quienes tienen un ápice de poder, de inmediato se sienten superiores a los demás. Para ellos no existe aquello de “primus inter pares”. Olvidan que todos somos ciudadanos y tenemos los mismos derechos y obligaciones. Cada profesión tiene sus fundamentos filosóficos, teóricos, académicos y en base a ello el profesional desarrolla su desempeño. En educación, el docente recibe una preparación para el trabajo con materiales educativos según la especialidad y la utilización de instrumentos didácticos que hace posible mediante la interacción generar el proceso de aprendizaje.

Temas, conceptos, materiales se van sumando en la enseñanza, por lo que el conocimiento se torna superficial. El currículo que responde a políticas educativas nacionales es el que diseña las líneas esenciales y prioritarias que conformarán el aprendizaje y saber del estudiante. El docente es el profesional que conoce de metodología y didáctica para determinar lo que debe desarrollarse en cada una de las materias según niveles y grados. En el aula trabaja en equipo con los alumnos y se torna un mediador en el proceso de aprendizaje. 

Cada uno en su rol y desempeño. Cuando surgen interferencias el resultado dejará mucho que desear. Es necesario respetar espacio para alcanzar los objetivos y las metas que formen y eduquen a los niños y jóvenes del país. Interferir usando subterfugios es parecido a una administración autoritaria huyendo de la democracia, como el diablo de la cruz. 


Aclarando conceptos Últimamente se habla de textos educativos y material didáctico como sinónimos. Desde la profesión docente, no es lo mismo. Es algo parecido a lo que opinan quienes dicen saber de educación y sus campos de trabajo, por ser “leídos y escribidos” que cualquiera puede ser docente. En una profesión, a estas alturas del tiempo, se exige respeto por el conocimiento y la profesión que se ejerce y por su desempeño. La historia de la educación nos relata lo complejo que ha sido el camino para reconocer la profesión docente, el saber pedagógico, el quehacer y desempeño docente.

Con la finalidad de alcanzar el matiz que distinguen estos conceptos, podemos afirmar que existe una pequeña diferencia entre ambos, que el vulgo los utiliza como sinónimos. El material educativo es el objeto, instrumento y medio en diversos soportes físicos, elaborados o adaptados para utilizarlos en los procesos didácticos con fines de enseñanza y aprendizaje.

(Glosado de https://es.slideshare.net/LizethCastilloMorales/materiales-educativos-57491175).

Está destinado a los profesionales de la educación. El material didáctico está designado para que el educando trabaje con ellos bajo la mediación del docente en el aula. Por ello se dice que desarrolla y forma determinadas capacidades en el niño/a y joven. No es un medio que facilite la enseñanza, es la enseñanza misma, pues manipular, practicar, ya es aprender.(Íbidem)

Además, puede acotarse que el material didáctico sirve para que los docentes tengan claro lo que tienen que enseñar, desde el enfoque pedagógico. El material didáctico es el instrumento que sirve de mediador que apoya el desarrollo de los educandos en aspectos relacionados con el pensamiento, el lenguaje oral y escrito, la imaginación, la socialización, el mejor conocimiento de sí mismo y de los demás.

Los materiales didáctios son de gran valor en el proceso enseñanza-aprendizaje y pueden utilizarse en nuevas y variadas experiencias. Por ejemplo un poema, un cuento, una lámina, reproducción de una pintura, un artículo periodístico, una película, un vídeo clip, una audición de radio, un video juego. No se trata de “trasmitir” información, sino que el educando aprenda y comprenda los temas y contenidos trabajados vía la estimulación de los sentidos de manera que permitan acceder a la adquisición de conceptos, habilidades, actitudes, destrezas.

En el campo de las experiencias educativas los docentes saben que existe por ejemplo un material Montessori, diseñado científicamente en un contexto experimental dentro del aula, a partir de los intereses de los niños y de su etapa evolutiva. Se define claramente que los materiales no son juguetes, sino “herramientas” para desarrollar conocimiento y pensamiento abstracto. Aportan habilidades como la motricidad fina. Los niños tienen libertad de elección y de movimiento. Los materiales son adecuados a los tamaños del niño y deben mantenerse perfectos. Existe una clasificación de materiales que han trascendido este mundo de competitividad. Así Montessori los clasifica como materiales para la vida práctica; materiales sensoriales; materiales del lenguaje; materiales para las matemáticas; para la educación cósmica; etc.

3. Educación, política de Estado y repensar los tiempos. Pareciera que de pronto han surgido “savonarolas” del siglo XXI en la política con el desarrollo de discursos religiosos – políticos. Con todo el poder que dicen tener en democracia, no pueden desear nada bueno para el país con principios del siglo XV. Recordar la historia. Estemos advertidos.En el ámbito educativo se piensa que se puede proceder aplicando conceptos que si bien son aceptados en el debate político, no pueden utilizarse de la misma manera cuando se trata de una política de Estado. Nos encontramos con una intervención vía la propuesta de un proyecto de ley que “incorpora el principio del interés superior del niño y del adolescente como principio rector de la educación y regula la vigilancia de los materiales educativos” (La República 21.08.19) Esta iniciativa legal pretende modificar y agregar artículos a la Ley General de Educación enfatizados en la participación de los padres de familia en las instituciones educativas aduciendo el “interés superior del niño”.

No es propósito del artículo analizar la propuesta legal, pero si llamar la atención que el espíritu de la exposición de motivos deja percibir -además de una falta de cuidado en la redacción- aseveraciones que de manera precipitada afirma el citado informe de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte (Mociones Nº87751/2019 y 8789/2019) Por ejemplo “…el Ministerio de Educación no ha cumplido con su obligación de supervisar esos materiales inapropiados; entonces nos preguntamos quiénes tienen mayor interés en vigilar el cumplimiento de la norma: los padres de familia.”; “ …señala que el padre de familia que acude al servicio público educativo brindado por el Estado, debe garantizar que la enseñanza que brinda no contradiga ni vulnere las convicciones ni creencias que los padres de familia profesan.” “El mismo informe advierte la descoordinación intersectorial que existe y que asimismo debe tenerse en cuenta la participación de las familias en la integralidad de las políticas públicas. Además señala que la educación también está orientada a salvaguardar el interés superior del niño, puesto que esta tiene sus orígenes en la educación básica y atañe a los niños desde muy temprana edad.” “…el país no cuenta con una política que determine el diseño, las condiciones para la validación, utilización y evaluación de los materiales educativos, a pesar que constituye un mandato normativo cuyo cumplimiento corresponde a ministros y viceministros de gestión pedagógica.”

Se habla de los padres de familia, sin embargo no se cita ninguna entrevista a las organizaciones que los representan. Generalizar conceptos como participación, fiscalización y aseverar que los padres de familia peruanos están preocupados, es exagerado. Por ejemplo cuando se afirma  “…con las presuntas irregularidades en el proceso de elaboración, edición, revisión, reproducción adquisición y distribución de los materiales educativos de Educación Básica que pretendían hipersexualizar la formación de los estudiantes de las instituciones públicas.” No se cita ninguna encuesta, ningún estudio, pero sí se puede recordar pues televidentes y oyentes lo hicieron el día que se pronunciaron en la Comisión de Educación y en algún pleno.

Finalmente, incorporar el principio del “interés superior del niño” es una frase efectista, pues se ignora el repertorio legal nacional e internacional vinculante que rige nuestro estado de derecho. Es un principio, un derecho y una norma que está implícita. Se recurre a esta “novedad” para darle un contenido diferente a la participación de los padres de familia, ignorando que tienen una institución denominada APAFA que es “… una organización estable de personas naturales, sin fines de lucro, de personería jurídica de derecho privado y puede inscribirse en los Registros Públicos. Es regulada por el Código Civil, en lo que sea pertinente, la Ley General de Educación, la presente Ley y su estatuto en los aspectos relativos a su organización y funcionamiento. La APAFA canaliza institucionalmente el derecho delos padres de familia de participar en el proceso educativo de sus hijos.” (Ley Nº 28628).

El Ministerio de Educación, sin duda deberá recibir en consulta este proyecto de ley, que por lo afirmado en la Exposición de Motivos retoma temas críticos que salieron al debate en una reunión de la Comisión con la Ministra de Educación. El sentido del proyecto de ley deja la sensación de que existe una tendencia confesional sobre el contenido que deben tener los materiales de educación. Las fuentes que se citan sobre la participación de los padres de familia tienen que ver con realidades diferentes a la nuestra una es España y otra en Honduras. Los conceptos que se exponen no guardan relación con nuestra identidad e idiosincrasia. Convendría hacer un análisis más exhaustivo del contenido del proyecto en su articulado. ¿Se quiere fiscalizar una política de Estado? ¿Se quiere hacer transformaciones a la ley general de educación en su estructura y sistema operativo? Presumimos que existe un pretexto amparado en “el interés superior del niño” para hacer de la educación un instrumento de control por una tendencia confesional que al no tener el respaldo legal en anterior propuesta relativa a que en educación no se desarrolle con enfoque de género. Un llamado a los padres de familia y a la comunidad toda para que no se deje sorprender con estos vientos de fronda, de quienes con falsas verdades en una democracia débil, quieren “reformar” contra la historia y el interés de la educación peruana. Repensar los tiempos democráticos significa desterrar usos y costumbres de quienes se creen iluminados y poseedores de la verdad. La historia está plagada de falsos profetas. En educación hemos tenido profetas, mesías, y comerciantes. Todos giraron en torno al dios dinero. Le huyeron siempre al conocimiento, a la innovación, a la pedagogía y a las ciencias.

Despúes de lo escrito: ¿Qué sucedió con el preocupante artículo Educación en guerra, por Janice Seinfeld “En secundaria, aunque los indicadores suban o bajen un poco, el panorama sigue siendo lamentable”. (https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/educacion-guerra-janice-seinfeld-noticia-ecpm-667011)  Con esto se demuestra que la recuperación de horas pedagógicamente ha sido absurdo y “engaña muchachos”. No permiten recuperar el aprendizaje interrumpido.


2 Comentarios

Enrique Avila · 16/10/2020 en 11:06 AM

Hola, quería recomendarles esta pagina: Educapeques.com tiene información sobre la educación infantil y algunos tips muy útiles para educar desde casa.

    Foro Educativo · 19/10/2020 en 12:25 PM

    Muchas gracias por la información, es de interés para la comunidad educativa.

Deja una respuesta

Avatar placeholder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *