Por: Luis Miguel Saravia
1.Sucedió en la semana. En la Asamblea de las Naciones Unidas, ha llamado la atención la intervención de una jovencita sueca con motivo de la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático. Las notas de prensa informan que Frente al agravamiento de la crisis climática, en la Cumbre han surgido nuevas vías y medidas prácticas encaminadas a acelerar la lucha contra el cambio climático. (https://www.un.org/es/climatechange/). Se anuncian medidas, pero en las asambleas previas -recordemos la Asamblea realizada en Lima- donde no sólo se sensibilizó a la comunidad local e internacional sino que se esperaba que en la reunión de París se tomaran acuerdos que comprometieran a las grandes potencias, que son las mayores responsables de la contaminación. Pero la indiferencia y el afán de lucro se impusieron y muy pocos de los que se comprometieron cumplieron su palabra. Y han seguido los problemas al punto que el énfasis se pone ahora en que “nos hacemos más conscientes de que el tiempo se agota”. ¿Y por qué esa preocupación, que “mueve” al presidente de Estados Unidos -que anunció que no asistiría- a asistir al igual que otros líderes mundiales?
Estos son algunos signos de los efectos del cambio climático: En los últimos cuatro años se ha tenido estaciones totalmente desfasadas de sus características tradicionales. Las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3º C desde 1990. Los niveles del mar están subiendo, los arrecifes de coral se mueren. El impacto fatal del cambio climático se está empezando a manifestar en la salud, por la contaminación del aire, las olas de calor y los riesgos en la seguridad alimentaria. En nuestro país, bajo el “manto” de efectos del Niño costero, hemos sufrido y apreciado cómo lluvias y avenidas de los ríos han destruido valles, ciudades, que hasta el momento no son atendidas, pues el daño es tan profundo que llevaría a rediseñar cauces de ríos, búsqueda de nuevas plataformas donde reconstruir ciudades, amén de la atención que demanda la población de escasos recursos. Por ello las economías nacionales se vienen afectando y el futuro será catastrófico.
Así estamos. Pero la indiferencia es mayor cuando apreciamos que se siguen levantando vientos de guerra y se transportan tropas para defender la producción de petróleo en Medio Oriente, pues de ella dependen los países del G 20, del G 9. Intereses empresariales, del mercado, y se privilegia la acumulación de riqueza.
2.Estado de la situación. La información que se alcanza nos recomienda que si actuamos ahora, podrían reducirse las emisiones de carbono de aquí a 12 años y así frenar el aumento de la temperatura media anual por debajo de los 2º C, o incluso a 1,5º C por encima de niveles preindustriales. Se recuerda que el Acuerdo de París detalla las medidas a tomar para detener la alteración del clima e invertir en su impacto. Pero se reconoce que este Acuerdo no tiene sentido en sí mismo si no es acompañado de acciones ambiciosas.
El Secretario General de la ONU Antonio Guterres ha hecho un llamado a los líderes que concurran a Nueva York a que lleven planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones a nivel nacional para 2020, en la perspectiva de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45% en los próximos diez años y a cero para 2050. Asimismo, añade “Para que sean efectivos y fiables, estos planes no pueden enfrentarse a la reducción de forma aislada: deben mostrar una vía hacia la transformación completa de las economías siguiendo los objetivos de desarrollo sostenible. No deberían generar ganadores y perdedores, ni aumentar la desigualdad económica. Tienen que ser justos, crear nuevas oportunidades y proteger a aquellos que se ven afectados por los impactos negativos en el contexto de una transición justa. También deberían incluir a las mujeres como principales encargadas de la toma de decisiones: solo la toma de decisiones desde la diversidad de género es capaz de abordar las diferentes necesidades que surgirán en este próximo periodo de transformación fundamental.”
En otra parte de su intervención luego de tratar el compromiso y rol del empresariado, manifestó que “Las nuevas tecnologías y las soluciones ofrecidas por la ingeniería ya producen energía a un coste menor que la economía basada en combustibles fósiles. La solar y la eólica son actualmente las fuentes de energía más baratas en casi todas las principales economías. Pero debemos empezar ya a poner en marcha cambios radicales.”
Los impactos del cambio climático se sienten en todas partes y están teniendo consecuencias muy reales en la vida de las personas.
3.Cambio generacional. Estamos en el umbral de la crisis climática. El efecto invernadero acosa al planeta y los recursos económicos de los países no son suficientes para reparar lo irreparable. Apreciamos como instituciones que surgieron a partir de una crisis planetaria con motivo de la Segunda Guerra Mundial y continúan hoy con la misma estructura y agenda de trabajo e intervención con resultados débiles. Apreciar la Asamblea General en el escenario del Cambio Climático recuerda a Babel de la Biblia. Todos hablan diferentes idiomas al punto que hoy con el auxilio de la tecnología los líderes de los Estados no llegan a entenderse y los objetivos planetarios son subsumidos por las coyunturas de cada nación. ¿Cómo no preocuparse por la aseveración de científicos especializados que opinan que “El derretimiento de los glaciares elevará el mar hasta 1 metro a final de siglo mientras las inundaciones amenazan a 680 millones de personas en zonas costeras vulnerables”? (La Vanguardia,25.09.19). El nuevo informe (Special Report on the Ocean and Cryosphere in a Changing Climate), elaborado por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), expresa “El calentamiento del planeta tiene entre sus efectos más evidentes un deshielo masivo en la práctica totalidad de las capas heladas de la Tierra. El resultado es un derretimiento de glaciares y otras superficies heladas que trae consigo una elevación de los niveles del mar. Un planeta con menos hielo en el futuro lo hará más peligroso, con territorios costeros más expuestos (a la subida de las aguas, la erosión, la intrusión marina, a la pérdida de valiosos ecosistemas litorales). Algunas zonas se harán inhabitables. La gravedad del asunto procede del hecho de que 680 millones de personas (el 10% en el 2010) viven en zonas costeras bajas, y que esta cifra llegará a los 1.000 millones en el año 2100.” (Op.Cit.)
En meses pasados, en nuestro país -informó el Ministerio de Medio Ambiente- se realizó una expedición científica integrada por un grupo de especialistas del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Econsistemas de Montaña (Inaigem) así como de investigadores de Ohio State University (USA). Los científicos de la Universidad de Ohio estudiarán el clima de la Cordillera Blanca, y de manera especial la influencia del nevado Huascarán en el sistema mundial y su relación temporal y espacial con el fenómeno del Niño. Los trabajos han consistido en la extracción de núcleos de hielo que se encontraban en la garganta del nevado, pues conservan registros climáticos y ambientales de los últimos 19,000 años. También se recogieron de la cumbre registros metereológicos, medición comparativa de los últimos 55 años por efectos del cambio climático de su superficie, la deposición del carbono negro y los niveles de contaminación que afectan el sistema. (Glosado de Andina y diarios del mes de agosto 2019). El presidente ejecutivo del Inaigem, Benjamín Morales Arnao, declaró que el cambio climático está afectando en forma creciente y dramática a las cordilleras del mundo, en especial las 18 cordilleras glaciares peruanas. Actualmente se observa la reducción de las superficies y volúmenes de las reservas de agua, y las cuencas hidrográficas que se alimentan de la fusión de estos glaciares ya están experimentando restricciones desde las cabeceras de cuencas hasta las partes bajas. Además agregó que “Científicamente necesitamos conocer las respuestas a muchas interrogantes, por ejemplo: ¿Cómo son afectadas las cumbres de los picos nevados por efectos del cambio climático? ¿Hay deposición de partículas en suspensión sobre estas cumbres que aceleran su fusión? ¿Existen micro organismos como polen y otros elementos? ¿Cómo son las temperaturas en la cumbre más alta del mundo en el trópico? ¿Cuánto de superficie glaciar se ha disminuido en el sistema Huascarán Chopicalqui entre 1962 y el 2017?”
Nos hemos asombrado de las palabras de Greta Thunberg en la ONU. Breve, directa, no atrevida. Expresa el sentir de una generación que está harta de escuchar promesas y medidas paliativas que no conducen a ninguna parte. Hace un mes y días en nuestro país se realizó esta expedición, ¿Alguien se ha asombrado por lo que el país a través de su institución nacional especializada en alianza con la Universidad de Ohio y el Instituto Nacional de Investigación de Glaciares y Ecosistemas de Montañas, viene realizando? Profesionales con mucha experiencia -liderados por el reconocido paleoclimatólogo y glaciólogo Lonnie Thompson- y otros jóvenes profesionales nacionales, vienen abordando desde la investigación científica sobre el cambio climático y sus efectos al estudiar un glaciar tropical como el Huascarán. ¿Por qué no nos orgullecemos de aportar al estudio del cambio climático con el aporte que nuestro país, con expertos nacionales y extranjeros, hacen de manera concreta? La expedición recogió 4 muestras llamadas núcleos de hielo (dos de 170 metros de col y dos de 70 m de la cumbre sur). Han sido almacenadas en 480 contenedores especiales y transportadas a Lima, por vía aérea, y remitidas de inmediato a la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, para su estudio y análisis, (Fuente glosada de https://www.inaigem.gob.pe/2019/08/19/culminan-labores-de-la-expedicion-cientifica-huascaran-2019/). De esta manera se tendrá información muy valiosa sobre la biodiversidad de la Amazonía, la química atmosférica, la temperatura y precipitación de los últimos 20 mil años. Con estos estudios se busca prevenir futuras amenazas por el deshielo de glaciares y la formulación de políticas públicas que permitan una adecuada comprensión y adaptación a los fenómenos del cambio climático (Íbidem).
Que las palabras de Greta estimulen la reacción y respuesta ante la indiferencia de los decidores del mundo sobre el futuro -escuchen los G 20, los G8 y demás instituciones de Naciones Unidas-. La experiencia de generaciones que vienen aportando debe ser escuchada y dejar espacio a las nuevas generaciones conscientes y responsables por la herencia que reciben y sobre la que deben actuar. Dejemos los mensajes del mercantilismo emprendedor que forma seres individualistas y egoístas antes que solidarios e inclusivos. Es hora también que las instituciones se transformen y den paso a una nueva generación que reclama espacios para dejarse escuchar y actuar. La experiencia debe ser el apoyo y no la traba. El aliento solidiario y no la competencia pura azuzada por el lucro y el disfrute, debería ser la consigna por la que apuesten el concierto de naciones. Eso en esencia es el mensaje que muchas Gretas Thunberg reclaman también para nuestra patria. Para hacer realidad lo que escribió Javier Heraud “Porque mi patria es hermosa/ corno una espada en el aire,/y más grande ahora y aún más hermosa todavía,/ yo hablo y la defiendo con mi vida.”(29.09.19).
Al final. Si está interesado sobre lo que sucederá en el horizonte cercano, vea el siguiente documento: Un futuro con menos hielo hará la Tierra más peligrosa: https://www.lavanguardia.com/natural/cambio-climatico/20190925/47627267908/ipcc.html?utm_source=webpush&utm_medium=notification&utm_campaign=ultima_hora,vida_y_ciencia&utm_content=los_expertos_climaticos_de_la_onu_advierten_que_el_derretimiento_de_los_glaciares_elevara_el_nivel_del_mar_hasta_1_metro_a_final_de_siglo_y_multiplicara_las_inundaciones&utm_term=20190925
También es interesante conocer esta entrevista de la BBC a Greta Thunberg en la siguiente dirección digital:
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